Residencia sin políticos

La Residencia de Estudiantes ha despedido el curso con el mismo entusiasmo de siempre, con llenazo espectacular, pero sin políticos. Sí estuvo Federico García Lorca, gracias a la rememoración de su Poeta en Nueva York. Para los tiempos que corren, tal vez mejor. Pero no deja de causar extrañeza.

Alicia García Navarro, rectora de la Residencia, dejó la sesión encomendada a la Fundación Federico García Lorca, que conduce con arrojo Laura García-Lorca, y a la dinámica Acción Cultural Española, que guía no sin tino Teresa Lizaranzu. Laura y Teresa han propiciado que se vivieran en Madrid algunos de los actos que bajo la denominación «Lorca in NY: A Celebration» han llevado a cabo en la ciudad de los rascacielos, y que pronto tendrán otros destinos americanos y españoles.

El plato fuerte fue la puesta en escena de la conferencia Poeta en Nueva York que Federico preparó para dar a conocer su poema antes de publicarlo. El poeta tenía miedo a que una perspectiva poética tan diferente de la que había ya acuñado como propia (muy a su pesar), a partir del Romancerogitano, no fuera comprendida, y así quería dar a conocer su poema en forma de conferencia.

Federico perfiló cómo tenía que ser esa exposición con meticulosidad: «Leeré versos y explicaré cómo han surgido; es decir, iré leyendo y analizando al mismo tiempo». Y eso es lo que hizo de forma brillantísima en la tarde del martes, en el Salón de Actos del Pabellón Central de la Residencia, el muy notable actor Will Keen, en inglés, tal y como había interpretado la conferencia lorquiana en la New York Public Library el pasado 4 de junio.

Otros recitales e, incluso, un concierto de música cubana, al gusto de Federico, ya en español, tuvieron lugar en la agradable velada. Antonio Garrigues, Pepe García Velasco, Pepe Guirao y el rector Peña de la Carlos III, entre los varios centenares de personas (la mayor parte, jóvenes), dieron lustre a la cita. Una cita sin políticos, que suficientemente entretenidos estaban esa tarde dándole vueltas a la moción de censura por aquí y a la moción de censura por allá. O sea, malos tiempos para la poética. ¿Se ha dicho poética o política?